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Manténgalo limpio: El cuidado de su línea de vacío

Una de las responsabilidades más importantes del mantenimiento de un separador de amalgama es mantener limpia la línea de vacío. Con el requisito de que casi todas las consultas tengan un sistema de separación de amalgama, este es un proceso con el que todos los clínicos deberían estar familiarizados.
Solmetex, fabricante de estos sistemas, se ha comprometido a proporcionar a los clientes una solución integral para la separación de amalgama, así que asegúrese de buscar el lanzamiento de su limpiador de línea de vacío a finales de este año. Mientras tanto, puede consultar el proceso paso a paso que se indica a continuación para limpiar su línea de vacío.

Solmetex recomienda completar el proceso que se indica a continuación con una alta concentración de solución y un largo tiempo de contacto para obtener los máximos resultados, aunque no garantiza que este proceso funcione en todas las situaciones con todos los sistemas.

Antes de iniciar este proceso, conviene tener en cuenta que la limpieza de la línea de vacío puede desprender y llenar el separador de amalgama y las trampas. Si tiene un sistema separador de amalgama Solmetex, y el proceso llena su contenedor, sólo tiene que avisar a la empresa para garantizar la retirada y eliminación segura de la amalgama.

1. La solución de su línea de limpieza al vacío debe tener un pH entre seis y ocho. Consulte la hoja de datos de seguridad para confirmarlo.

2. Mezcle la solución de vacío según las instrucciones del fabricante.

3. Si utiliza un dispensador de solución, siga las instrucciones. Si utiliza un cubo de limpieza, asegúrese de irrigar los dispensadores de alta tensión (HV) y baja tensión (LV) mientras aspira la solución. Para regar, introduzca aire entre sorbos de solución.

4. Dispensar la solución normalmente con o sin dispensador a través de las válvulas HV/LV. No se debe dispensar más de un litro de solución.

5. Repita los pasos 3 y 4 hasta llegar a la última operación.

6. En el último operario a limpiar, con o sin dispensador, dispensar la solución a través de las válvulas HV/LV.

7. Una vez que se hayan dispensado dos tercios de la solución, apague la energía del vacío mientras sigue dispensando la solución.

8. No vuelva a encender el vacío hasta la mañana siguiente. Esto permitirá que la solución permanezca en estado de suspensión dentro de la línea de vacío y le dará más tiempo a la solución para limpiarlos.

9. A la mañana siguiente, encienda el sistema de vacío y compruebe con la mano la presión de vacío para asegurarse de que funciona correctamente. Compruebe también su separador de amalgama para asegurarse de que también está totalmente operativo y no está obstruido con restos del proceso.

10. Al final del día siguiente, repita los pasos con otro operario. El número de operarios determinará el número de días necesarios para repetir el procedimiento.

Blog aportado por,

Jacqueline Durett

Comprador de productos dentales