Blog

Historia de los empastes de amalgama, separadores de amalgama en odontología y nueva normativa de la EPA

5 de diciembre de 2017

Los empastes de amalgama han sido un método probado y auténtico para restaurar los dientes cariados de un paciente durante más de 150 años y se encuentran en cientos de millones de bocas. Se calcula que cada año se colocan más de mil millones de empastes de amalgama y que duran entre 10 y 20 años. Se ha demostrado que los empastes de amalgama son seguros mientras se encuentran en estado sólido en la boca, sin embargo, la retirada de los empastes de amalgama es un tema diferente y sobre el que la EPA ha decidido intervenir.
¿Sabía que cada año se retiran cientos de miles de empastes de amalgama y que cuando se retira un empaste de amalgama, el mercurio de la amalgama se vuelve "activo" y tóxico? Es cierto, e incluso pequeñas cantidades de este mercurio son perjudiciales para el cuerpo humano, especialmente para el sistema nervioso. Además, estas mismas toxinas nocivas entran en nuestras corrientes de agua y en el medio ambiente y acaban llegando a los alimentos que consumimos.

Esto ha hecho que la EPA se involucre regulando la eliminación segura de los residuos de empastes de amalgama en los procedimientos dentales. En 2020, todas las clínicas dentales estarán obligadas a utilizar un separador de amalgama y a contar con un programa de reciclaje para tratar el mercurio activo que se recoja. Ya no se permitirá a los dentistas ignorar este problema y tirarlo por el desagüe.

¿Contribuyen los consultorios dentales a la presencia de mercurio en el medio ambiente?

Seguro que sí. De hecho, los consultorios dentales son uno de los principales contribuyentes a la presencia de mercurio en el medio ambiente. Y resulta que el mercurio ha demostrado ser difícil de manejar como contaminante y la mayoría de las instalaciones públicas de tratamiento de aguas residuales no están equipadas para procesarlo porque es pesado, y se hunde en el fondo de las piscinas de tratamiento y también recubre el interior de las tuberías.

La Norma Dental de la EPA - También conocida como "Directrices sobre efluentes dentales"

La nueva normativa gubernamental exige ahora que todos los dentistas cumplan con un sistema diseñado para impedir que el mercurio salga del consultorio dental y llegue al medio ambiente. Estos sistemas se denominan separadores de amalgama y utilizan diversas tecnologías para capturar el mercurio nocivo y recogerlo, como la tecnología de filtración e intercambio de iones. Los separadores de amalgama son fáciles de instalar, son buenos para la consulta y para el medio ambiente. Cuando el contenedor de recogida del separador de amalgama se llena, puede enviarse a una instalación de reciclaje de mercurio para su eliminación segura.

A partir del 14 de julio de 2017, se aprobó una normativa dental que obliga a todas las consultas dentales del país a instalar un separador de amalgama (algunas consultas dentales están exentas). Ahora es el momento de investigar las mejores prácticas de separación de amalgama y planificar un futuro más limpio y libre de mercurio.