Oye tú, sí tú, llenando esa botella dental en el grifo. ¿Cómo de limpia crees que está el agua? ¿Has comprobado si ha habido alertas de agua hirviendo últimamente? ¿Tienes algún sistema de filtración o purificación para ese suministro? ¿Supone que el agua está lo suficientemente limpia como para utilizarla en el sillón dental o está seguro de ello? Espero que disponga de protocolos de desinfección adecuados. Si supiera lo que puede haber en el agua, se lo pensaría dos veces.
Cuando se profundiza en cuestiones del pasado relacionadas con los patógenos y el agua del grifo, las revelaciones pueden hacer que se lo piense dos veces antes de llenar ese biberón dental en el grifo. Los depósitos independientes para biberones se concibieron para dar a los profesionales la flexibilidad necesaria para evitar el agua del grifo y los posibles problemas que presenta. Así que, ¿por qué no aprovecharlo? ¿Por qué llenar con agua del grifo? Hacerlo implicaría que está haciendo análisis rutinarios o que simplemente da por hecho que es de buena calidad.
Con tanta información disponible sobre el control de infecciones en las líneas de suministro de agua, la mayoría de los médicos conocen la dura realidad de que el agua del grifo municipal podría estar contribuyendo a sus problemas de bacterias. Las empresas públicas de suministro de agua que suministran el agua del grifo son propensas a la contaminación y a incumplir sus propias normas de calidad del agua. Los sucesos comunes, como una rotura de la tubería principal, una fuga o una caída de la presión, presentan una oportunidad para que los patógenos accedan a las obras públicas.
Desde 1971, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA) y el Consejo de Epidemiólogos Estatales y Territoriales (CSTE) han estado siguiendo y cuantificando estos brotes de enfermedades transmitidas por el agua en EE.UU.. Lo más interesante de los datos que aportan es que, en el periodo de 36 años comprendido entre 1971 y 2007, "un análisis de tendencias halló una disminución estadísticamente significativa en la proporción anual de deficiencias notificadas que estaban asociadas a un tratamiento inadecuado o interrumpido del agua por parte de los sistemas públicos de abastecimiento[3]".
"Los entornos sanitarios, como hospitales y residencias de ancianos, fueron la segunda ubicación más común de los brotes en los sistemas comunitarios, lo que pone de relieve la necesidad de una vigilancia continua para garantizar el suministro de agua potable a los lugares que atienden a poblaciones que son más vulnerables, como pacientes hospitalizados o residentes de residencias de ancianos con afecciones médicas preexistentes[3]."
- Sociedad Americana de Microbiología
Para los profesionales de la odontología que trabajan en grandes instalaciones sanitarias, sin duda merece la pena considerar la posibilidad de hablar con los gestores de los edificios sobre los planes de tratamiento del agua dentro del edificio. Deben establecerse sistemas de control de la calidad del agua y pruebas intermitentes cuando las consecuencias puedan ser graves.
Las variaciones en la calidad del agua del grifo son prácticamente infinitas y, por lo tanto, no se debe confiar en el agua del grifo para obtener resultados de desinfección consistentes. La presencia de aditivos municipales como el cloro y el flúor complica aún más las cosas si se intenta gestionar la química para obtener los mejores resultados. Si no lo hace, tendrá una mezcla de distintos productos químicos y aditivos mezclándose en la línea de flotación. El subproducto de estas mezclas no deseadas se llama "precipitados", y su presencia indica la disminución de la eficacia de lo que sea que tenga en el agua para controlar los microbios. ¿Cuál es la solución?
Para conseguir el máximo control químico, lo mejor es utilizar agua de "calidad destilada". Decimos calidad destilada porque el agua de un destilador no siempre es óptima para el agua dental. La naturaleza de la destilación exige calentar el agua para eliminar las impurezas. Este destilado caliente está ahora preparado para la recolonización por bacterias. Sin un tratamiento inmediato de la línea de flotación, es muy probable que el agua esté contaminada cuando llegue a la botella dental. Las propias destiladoras suelen ser la fuente de contaminación de muchos consultorios, ya que una vez contaminado el tanque de almacenamiento, el agua se distribuye junto con las bacterias a todo el consultorio.
La mejor estrategia es un sistema de purificación en el punto de uso que utilice la desionización para eliminar todas las impurezas sin calentar el agua. A continuación, se puede emplear la desinfección ultravioleta para reducir drásticamente la carga bacteriana existente con una eficacia demostrada[5]. A continuación, el agua recibiría una baja concentración de un desinfectante residual. El producto final es agua con un pH neutro, que contiene menos de 10 ppm de sólidos disueltos totales, desinfectada y con algún tipo de desinfectante residual.
Obtener y utilizar agua destilada de calidad es más fácil y asequible que nunca. Su uso protege a la clínica dental de posibles contaminaciones en las instalaciones públicas de tratamiento, de las que existen numerosos casos en los que el agua del grifo es un factor contribuyente. Evite los destiladores, ya que suelen estar contaminados y su mantenimiento es más laborioso que el de los desionizadores. El agua destilada es un componente esencial de un protocolo de desinfección eficaz.
1. Ingerson-Mahar, M.; Reid, A. Microbes in Pipes: The Microbiology of the Water Distribution System A Report on an American Academy of Microbiology Colloquium; ASM Academy: Boulder, CO, EE.UU., 2012; p. 26.
2. RamÃrez-Castillo, Flor, et al. "Patógenos transmitidos por el agua: Métodos de detección y desafíos". Patógenos, vol. 4, nº 2, 2015, pp. 307-334., doi:10.3390/pathogens4020307.
3. Craun, Gunther F., et al. "Bienvenido a CAB Direct". CLINICAL MICROBIOLOGY REVIEWS, vol. 23, no. 3, julio de 2010, pp. 507-528., www.cabdirect.org/cabdirect/abstract/20103246391.
4. Peralta, Gianna, et al. "Informe semanal de morbilidad y mortalidad (MMWR)". Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 25 ago. 2017, www.cdc.gov/mmwr/volumes/65/wr/mm6513a5.htm.OSAP - Conductos de agua de la unidad dental.
5. Dosis de UV necesarias para lograr la inactivación logarítmica incremental de bacterias, protozoos y virus Gabriel Chevrefils, B.Ing,2 y Eric Caron, B.Sc.2